Ángela Judith Gutiérrez Figueroa, de 5 años, pequeña estudiante de preescolar tras 38 horas de agonía murió producto de un infarto a las 8: 00 de la noche del sábado en el Hospital Lenin Fonseca, después que el viernes a las 6: 45 de la mañana impactará su cabeza en la defensa metálica lateral de una cisterna.
El féretro de la criatura arribo a Chinandega a la 1: 45 de la mañana de este domingo y fue sepultada a las 2: 00 de la tarde con el dolor y consternación de sus familias y vecinos.
El conductor Franklin Téllez, de 28 años, que lloró al experimentar el incidente, declaró que tenía hijos y es dolorosa una tragedia, fue trasladado a la delegación policial para fines investigativos.
El camión – cisterna, marca Iinternational, placas LE 18067 de 2 mil galones de combustible que cargaría en la zona industrial de Corinto, se desplazaba la mañana del viernes de norte a sur y a la altura del kilómetro 132 el conductor dijo que advirtió a la criatura que cruzaba frente al reparto Bello Amanecer
Salome Peñalba, abuelita de la niña, bajo del bus, regresaba de la antigua Hacienda Santa Clara al reparto Bello Amanecer, a orillas de la carretera Chinandega-Corinto.
La señora solicitó que bajaran una bicicleta, de ahí que la niña soltó la mano de su abuelita para cruzarse de este a oeste.
El cabezalero Franklin Téllez giró intempestivamente al cauce al advertir a la criatura, que corría para cruzar la otra orilla y dirigirse a casa de su madre Jessica Peñalba.
“La esquive bastante, ahí se ven los frenazos iba de León a Corinto para cargar combustible, delante de mi iba otro bus y me tapó la visibilidad, logre percatarme de la pequeña y no frene porque le daría por eso la esquivé lo más que pude pero ella rebotó en el costado de la cisterna”, declaró Téllez.
SE DIRIGIA A SU ESCUELA
Jessebet Alejandra Peñalba, dijo que desde la noche del jueves quedaron con la abuela, que su hermanita menor y su hermano de 12 años debían regresar al reparto Bello Amanecer para que se dirigieran a clases por la mañana.
“El bus se detuvo y el de la cisterna debía bajar la velocidad. A mi abuela le estaban bajando la bicicleta pero la niña se le zafó de la mano y se cruzó fue cuando la cisterna le golpeó la cabeza. El bus también no se aparcó donde le correspondía”, refirió Jessebeth.
La carretera Chinandega-Corinto, de 20 kilómetros, experimenta el tráfico de hasta 300 cabezales y cisternas al día que se dirigen o regresan cargados de químicos o combustibles hacia el interior del país.
- Es la primera criatura que muere en los 28 fallecidos por accidentes de tránsito de este año.