La matrona chichigalpina recorria la cárcel y el leprosorio en sus tiempos de compartir, lo que ella se ganaba en el mercado de Chichigalpa.
Magda, su hija siguió ese mismo trabajo anual y ahora sus diez hijos, han hecho suyo la caridad al necesitado.
Ellos todos, materializaron su disposición con una Fundación que se denomina Magda & Olympia, Ángeles de esperanza, con sede en Chichigalpa.
“Nació con la Pandemia de la Covid 19.
Mi hermana Magda capta ayudas en Miami, Florida con amigos nicaragüenses y latinos y nosotros aquí, identificamos beneficiarios y les entregamos sillas de rueda, andariveles, muletas, pamper, toallas húmedas, ropa, según como vienen los container de ayuda”, dijo Ada Francis Garay.
Carlos, su hermano y otros miembros de la familia, van anotando las diversas demandas de la población y entregan cada vez, que Magda regresa con las ayuda.
Magda Garay esta aquí en Chichigalpa, con nuevas entregas.
“Me muevo en Miami, para conseguir estos aparatos propio para los enfermos y ancianos. No es un negocio.
No se pide dinero.
Se recibe de donantes de allá y a través de una empresa de amigos, se traslada la carga a Nicaragua, para aliviar necesidades de gente sin recursos, de mi tierra natal”, dijo la agraciada mujer que lleva en la sangre el impetuoso mandato de ayudar al prójimo.