La Corona de Adviento lleva cuatro velas. Cada domingo se enciende una vela y se realiza una oración en familia. Este segundo domingo de Adviento “una voz grita en el desierto”, dice el Evangelio. Es la voz de Juan Bautista que llama a la conversión y por ello se invita a los fieles a preparar el corazón para el Señor Jesús, con el Sacramento de la Reconciliación.
El color morado simboliza la espera, la penitencia y la preparación para la llegada de Jesús, mientras que el color rosado es el gozo. La vela rosa se enciende el tercer domingo de Adviento.
El 24 de diciembre en la noche se enciende el cirio de color blanco que se encuentra en la parte central de la Corona, el cual simboliza la luz del nacimiento de Jesús.